Dos huertos de manzano ubicados en las regiones VI y VII, que tenían más de diez mil plantas replantadas con la variedad Rosy Glow sin autorización de ANA Chile, fueron arrancados recientemente y destruido todo su material vegetal. Esto sucedió en virtud de acuerdos preliminares alcanzados entre ANA Chile (licenciatario exclusivo en Chile de esta variedad) y los respectivos productores. Estos acuerdos también contemplaban el pago de indemnizaciones.
yoEn un esfuerzo por controlar las plantaciones ilegales de variedades protegidas, es decir, aquellas que no cuentan con la licencia correspondiente, el Departamento de Vigilancia de ANA Chile viene realizando un programa que contempla la verificación de huertos de las variedades que controla la empresa. verificando que éstos, efectivamente, contengan el número de plantas que han sido adquiridas de los viveros autorizados y que el volumen de frutos producidos sea acorde a dicha plantación.
“Tener que desarraigar las huertas es una situación muy lamentable, pero creemos que le envía la señal correcta a la industria. Producir fruta de plantas ilegales es perjudicial para aquellos productores que son licenciatarios y que sí respetan la propiedad intelectual”, afirmó la agrónoma Teresa Molina está en a cargo del Departamento de Vigilancia de ANA Chile. “Estas acciones de control son muy necesarias. Los productores chilenos han pagado regalías por más de tres millones de plantas de esta variedad, adquiriendo los derechos de su plantación y producción de frutos, derechos que hay que proteger”.
Molina también lidera otras iniciativas de ANA Chile en la misma línea. “Esta temporada hemos realizado, entre otras acciones, un gran esfuerzo de comunicación para crear conciencia en la industria a través de anuncios, publicaciones en revistas, videos explicativos, etc. Sabemos que necesitamos hacer cambios culturales que toman tiempo, pero creemos y confiamos en nuestros productores y su responsabilidad».
El desarrollo de una nueva variedad de fruta a través de cruces tradicionales puede llevar de 10 a 15 años. Esto implica un arduo trabajo por parte de los genetistas o criadores y supone una gran inversión de recursos. Posteriormente, deben ser llevados al país donde se pretende sembrarlos, donde deben someterse a procesos de cuarentena y evaluación agronómica, que demoran por lo menos 5 o 6 años más. Por eso se debe proteger la propiedad intelectual de toda nueva variedad que sea evaluada positivamente.
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ANA Chile continuará con sus programas de vigilancia durante esta y futuras temporadas, visitando viveros y huertas productivas para proteger los intereses de todos los participantes de la cadena de valor que trabajan para generar y ofrecer a la industria nuevas oportunidades varietales, incluyendo los derechos que legítimamente tienen los productores y comercializadores. adquiridos mediante el pago de sus regalías».
Para más información:
ANA Chile
https://anachile.cl
