Los redactores de la constitución de Chile están dando los toques finales al borrador de la carta que será objeto de una revisión el 1 de septiembre. 4 referéndum. Luego de un período de disturbios civiles, casi el 80% de la población respaldó la redacción de una nueva carta magna en una votación de 2020. Pero encuestas recientes muestran un aumento del escepticismo, con más ciudadanos ahora inclinados a rechazar en lugar de aprobar el reemplazo propuesto.
1. ¿Por qué los chilenos están redactando una nueva constitución?
La constitución actual data de la dictadura militar de 1973-1990. Aunque ha sido enmendado varias veces desde que Chile retornó a la democracia, es ampliamente visto como ilegítimo debido a sus orígenes durante el reinado del general Augusto Pinochet, un dictador violento cuyo gobierno contó con arrestos arbitrarios y ejecuciones políticas. Los críticos de la constitución actual argumentan que elementos de la misma contribuyen a la desigualdad y a una red de seguridad social débil que ha alimentado el malestar, al tiempo que otorga al sector privado un papel demasiado dominante en la prestación de servicios públicos. Por otro lado, muchos buscan mantener las reglas favorables a los negocios de la nación, argumentando que han sido clave para el crecimiento económico y la estabilidad de Chile.
2. ¿Cuál es la opinión pública al respecto?
Aproximadamente desde fines de marzo, las encuestas muestran que los votantes se inclinan por rechazar el borrador. Según Cadem, que realiza encuestas y estudios de mercado, parte del público ha perdido la confianza en los miembros de la Convención Constituyente y no está de acuerdo con los artículos aprobados. Las encuestas muestran que las principales razones citadas para aprobar la constitución incluyen querer garantizar los derechos a la atención médica y la vivienda y tener una carta magna que fue concebida durante la democracia. Las encuestas muestran que muchos votantes están indecisos, con estimaciones que llegan al 27%.
3. ¿Dónde están las cosas?
Tres comités de la Convención Constitucional están trabajando en los detalles finales del borrador del documento. Un organismo está revisando la carta en busca de contradicciones o errores; otro está escribiendo un preámbulo; el tercero es decidir sobre los artículos que rigen el período de transición a la nueva constitución. Los comités se reunieron luego de 10 meses de debate y votaciones durante los cuales los delegados de la convención incluyeron 499 artículos en la propuesta. El borrador de Chile tiene aproximadamente 49.600 palabras, unas 10 veces más que la Constitución de los Estados Unidos.
4. ¿Cuáles son algunos aspectos destacados?
En temas sociales, la carta incluye medidas que impulsan la representación de las comunidades indígenas, establecen un sistema nacional de salud y endurecen las salvaguardas ambientales. Amplía las consideraciones del banco central en sus decisiones de política, autoriza expropiaciones con la condición de que el dueño de la propiedad sea compensado “justamente” y otorga permisos para el uso del agua temporales y revocables. Una polémica propuesta para nacionalizar la industria minera fue rechazada. La constitución también prevé reemplazar el senado con una cámara regional más débil, dejando así la mayor parte del poder legislativo en manos de la cámara baja.
La convención dará a conocer su borrador final al público a principios de julio. Ya se están trazando líneas de batalla. El partido de extrema derecha Republicanos se convirtió en uno de los primeros en rechazar públicamente el trabajo de la convención, diciendo que «fracasó en su misión de redactar una constitución que represente al pueblo chileno y siente las bases para el desarrollo futuro». Mientras tanto, la influyente expresidenta Michelle Bachelet respaldó la carta y dijo en una entrevista de Bloomberg que ofrece un nuevo «contrato social». El actual jefe de Estado, Gabriel Boric, también ha apoyado la nueva carta magna. el sept. 4, todos los residentes elegibles votarán en una votación obligatoria en la que se necesitará una mayoría simple para aprobar o rechazar el documento. Si es derribado, la constitución actual seguirá vigente.
6. ¿Qué impulsó este proceso?
El 1 de octubre comenzó un período de protestas masivas. 18 de diciembre de 2019, provocado por un aumento en las tarifas del metro de Santiago. Los manifestantes rápidamente ampliaron sus quejas para incluir pensiones bajas y deficiencias en los sistemas de salud y educación, entre otras quejas. Los disturbios, que disminuyeron a principios de 2020 cerca del inicio de la pandemia, obligaron a cerrar tiendas, interrumpieron enlaces de transporte clave y estancaron las decisiones de inversión. En un esfuerzo por disipar las tensiones, el expresidente Sebastián Piñera accedió al referéndum de 2020 para determinar si Chile reescribiría su estatuto y qué tipo de organismo estaría a cargo de hacerlo.
7. ¿Cómo están reaccionando los inversores?
En general, los inversionistas y los principales formuladores de políticas, como la presidenta del banco central, Rosanna Costa, han dicho que el proceso constitucional mantiene débiles los activos locales dada la incertidumbre que genera. En el futuro, existen discrepancias sobre cómo se desarrollaría la nueva carta magna. Los economistas de Morgan Stanley escribieron que el proyecto de constitución no alteraría el marco de política macro de Chile, y la exclusión de artículos extremos es positiva para los activos de renta fija. JPMorgan Chase & Co. los analistas escribieron que debilitaría a las instituciones locales, aunque el mercado de valores ya ha descontado gran parte de ese deterioro.
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