el sept. El 4 de enero, los chilenos votarán una nueva constitución, casi tres años después del estallido de disturbios civiles que condujo a la redacción de la posible sustitución de un estatuto impuesto por la dictadura militar que gobernó de 1973 a 1990. Casi el 80% de los votantes en un El referéndum de 2020 favoreció la redacción de una nueva constitución, pero las últimas encuestas muestran que la ratificación puede ser dudosa. El escrutinio del documento, que fue redactado por un organismo de tendencia izquierdista, aumentó ya que algunos argumentan que pesará sobre el crecimiento económico, disuadirá las inversiones y socavará los controles y equilibrios políticos.
1. ¿Por qué los chilenos están redactando una nueva constitución?
Aunque la constitución actual ha sido enmendada varias veces desde que Chile retornó a la democracia, muchos han considerado el documento ilegítimo durante mucho tiempo debido a sus orígenes durante el reinado del general Augusto Pinochet, un dictador violento cuyo gobierno contó con arrestos arbitrarios y ejecuciones políticas. Los críticos también han argumentado que elementos de la constitución han arraigado la desigualdad. Cuando comenzaron las protestas callejeras masivas el 1 de octubre. El 18 de enero de 2019, provocados por un aumento en las tarifas del metro de Santiago, los manifestantes ampliaron sus quejas para incluir problemas con los sistemas de pensiones, salud y educación. En un esfuerzo por disipar las tensiones, el entonces presidente Sebastián Piñera accedió al referéndum de 2020 para determinar si Chile reescribiría su estatuto y qué tipo de organismo estaría a cargo de hacerlo.
Los votantes dieron una gran sorpresa en mayo de 2021 al rechazar a los partidos políticos tradicionales y elegir una Convención Constituyente marcada por la presencia de independientes de izquierda. Al mismo tiempo, los miembros derechistas no lograron asegurar el tercio de escaños necesarios para bloquear artículos. El cuerpo se apresuró a terminar el borrador después de un año de trabajo, escribiendo y luego reescribiendo cláusulas y llegando incluso a celebrar sesiones de fin de semana y nocturnas para presentar un estatuto.
3. ¿Qué hay en la constitución propuesta?
La nueva constitución establece un marco legal mucho más progresista e inclusivo que el actual, y toma medidas para hacer que el sector privado rinda más cuentas al mismo tiempo que consagra fundamentos como la propiedad privada. En materia social, la carta presentada en julio incluye medidas que impulsan la representación de las comunidades indígenas, establecen un sistema nacional de salud, exigen la paridad de género en las instituciones públicas y endurecen las salvaguardas ambientales. Amplía las consideraciones del banco central en sus decisiones de política, autoriza expropiaciones con la condición de que el dueño de la propiedad sea compensado “justamente” y otorga permisos para el uso del agua temporales y revocables. Una polémica propuesta para nacionalizar la industria minera fue rechazada. La constitución establecería un sistema de justicia paralelo para las comunidades indígenas y también reemplazaría el senado con una cámara regional más débil, dejando así gran parte del poder legislativo en manos de la cámara baja.
4. ¿Cuál ha sido la reacción?
El partido de extrema derecha Republicanos, cuyo fundador, José Antonio Kast, perdió ante el presidente Gabriel Boric en la segunda vuelta de diciembre, se convirtió en uno de los primeros en rechazar públicamente el trabajo de la convención. El partido dijo que el nuevo texto limita las libertades personales y hará que los políticos sean demasiado poderosos. De ahí que sus autores “fracasaron en la misión de redactar una constitución que represente al pueblo chileno y siente las bases para el desarrollo futuro”. Mientras tanto, la influyente expresidenta Michelle Bachelet respaldó la carta y dijo en una entrevista con Bloomberg News que ofrece un nuevo “contrato social”. A partir de fines de marzo, las encuestas mostraron que los votantes se inclinaban por rechazar la nueva carta constitucional, una opción que ahora respalda casi la mitad de la población. Según la encuestadora Cadem, que realiza encuestas y estudios de mercado, parte del público perdió la confianza en los integrantes de la Convención Constituyente y no estuvo de acuerdo con los artículos aprobados. Aún así, desde julio, ha habido un aumento de quienes dicen que aprobarán el documento, a alrededor del 37%. Las encuestas muestran que los simpatizantes elogian más el sistema nacional de salud planificado y los derechos sociales. Las personas inclinadas a votar por la nueva constitución tienden a ser más jóvenes y viven en Santiago, mientras que los detractores son mayores y viven en otras regiones del país. Las encuestas muestran que muchos votantes siguen indecisos, con estimaciones que rondan el 15%.
5. ¿Dónde están las cosas?
Las campañas a favor y en contra de la nueva constitución están en pleno apogeo. El debate sobre sus puntos principales ocupa un lugar destacado en la prensa local, los voluntarios distribuyen folletos con información a los transeúntes en las calles de la ciudad y los anuncios de televisión comenzaron a transmitirse el 1 de agosto. 5. La administración de Boric, que ha expresado su apoyo a la nueva carta, está tomando medidas para informar a los votantes sobre la propuesta, llegando incluso a distribuir copias gratuitas en todo el país. Aún así, un organismo de control del gobierno está investigando las acusaciones de que los funcionarios utilizaron fondos públicos para instar específicamente a las personas a aprobar la carta. De todos modos, difundir las ideas principales de la nueva constitución no es tarea fácil, ya que tiene 388 artículos, 178 páginas y aproximadamente 54.000 palabras, incluidos el preámbulo y las reglas transitorias, pero excluyendo los nombres de los miembros de la convención. En comparación, la Constitución de los Estados Unidos tiene unas 4.500 palabras.
el sept. 4, todos los residentes elegibles votarán en una votación obligatoria en la que se necesitará una mayoría simple para aprobar o rechazar el documento. Si es derribado, la constitución actual seguirá vigente. Boric ha dicho que su administración impulsará otra reforma constitucional si se rechaza la propuesta. Al mismo tiempo, el Congreso aprobó un proyecto de ley que reduce las mayorías legislativas necesarias para reformar la constitución actual.
7. ¿Cómo han reaccionado los inversores?
En general, los inversionistas y los principales formuladores de políticas, como la presidenta del banco central, Rosanna Costa, han dicho que el proceso constitucional está pesando sobre los activos locales dada la incertidumbre que genera. Hay desacuerdos sobre cómo se desarrollaría la nueva constitución. Este mes, el estratega de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, Mario Castro, escribió que el sentimiento de los inversores es «generalmente muy pesimista» sobre las perspectivas políticas y el nuevo estatuto propuesto. Previamente, los economistas de Morgan Stanley escribieron que el proyecto de constitución no alteraría el marco de política macroeconómica de Chile y que la exclusión de artículos extremos es positiva para los activos de renta fija.
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