Santiago, 31 ene (EFE).- El Gobierno de Chile lanzó este martes aquí un plan de $5,7 millones para restaurar 1 millón de hectáreas de territorio de alto valor natural y paisajístico y vulnerable a la crisis climática.
“Estamos ante una triple crisis ambiental: cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación”, dijo la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, durante la presentación del plan, cuyos objetivos se alcanzarán al 2030. “Con la implementación de este plan, estamos dando pasos para cumplir con los compromisos del gobierno”.
Lanzada en conjunto con los ministerios de Agricultura y Vivienda y Urbanismo, la iniciativa tiene como objetivo mitigar y revertir el fenómeno de pérdida de biodiversidad provocado por la crisis climática que afecta a diferentes regiones de Chile.
El proyecto se enfocará principalmente en una zona del país que se extiende desde la Región de Coquimbo (ubicada al norte de Santiago) hasta la Región del Bío Bío (al sur de la capital).
«Los incendios de 2017 significaron la pérdida de 700.000 hectáreas de plantaciones, de bosques nativos, y de esa emergencia de incendios surge este proyecto de restauración», dijo el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela.
El financiamiento para el llamado Plan Nacional de Restauración del Paisaje provendrá del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, un fondo multilateral que conecta a 184 gobiernos miembros que ayuda a los países en desarrollo a abordar sus mayores prioridades ambientales.
Chile, donde una larga sequía ha durado más de 13 años, es uno de los países más vulnerables al cambio climático y la nación del Hemisferio Occidental con la crisis hídrica más severa.
Más de las tres cuartas partes de su territorio se ven afectadas por la escasez de agua, en parte debido a la escasez de lluvias, pero también a un marco legal (adoptado en 1981 bajo una dictadura militar de derecha) que no considera ese recurso vital como un bien público. y no prioriza su uso para el consumo humano, según organizaciones ecologistas como Greenpeace.
Chile tiene uno de los niveles más altos de privatización del agua en la Tierra, según esa organización no gubernamental, que estima que hoy un 80 por ciento de los recursos hídricos del país están en manos privadas, controlados en particular por grandes empresas agrícolas, mineras y energéticas. EFE
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