El Senado chileno votó en contra de la destitución del presidente Sebastián Piera, poniendo fin a un golpe de Estado que fue aprobado con éxito la semana pasada en una votación de la Cámara Baja alegando supuestas irregularidades en la venta de la empresa minera.
Con una mayoría de dos tercios o menos de 29 votos en el Senado el martes, tendrá que derrocar a Pinara, quien debe dimitir en marzo.
El pueblo chileno votará en la elección presidencial del domingo, que no incluye al candidato de Pinara.
Después de intensos debates y conversaciones en defensa del líder de centroderecha, los aliados de Pinara alcanzaron el umbral necesario para evitar que la oposición obtuviera el número requerido de votos, lo que fue más un obstáculo que una mayoría simple en la cámara baja.
Esta votación salva a Pinara, un empresario multimillonario, de ser despedido y descalificado de un cargo público durante cinco años.
De la llamada filtración de Pandora Papers, las acusaciones surgen de un alijo de documentos que revelan transacciones marítimas que involucran a figuras políticas y comerciales mundiales.
Entre ellos se encuentran documentos que describen un acuerdo sobre la venta en 2010 de la mina de cobre y acero Dominga. En ese momento, Pinara estaba en el primer año de su primer mandato.
Los documentos sugerían que el contrato que involucraba a una empresa afiliada a la familia de Pinora se basaba en términos favorables. La venta fue revisada por los tribunales en 2017 y desestimada.
Pinara, de centro derecha, niega las acusaciones y dice que los detalles del acuerdo no revelaron ninguna irregularidad en el archivo previamente revisado.
Prensa asociada australiana