Casa roja sobre pilotes ofrece una versión moderna de la tradición chilena
El estudio chileno Guillermo Acuña Arquitectos Asociados (GAAA) alcanza nuevas alturas con Casa Detif, una casa de árbol contemporánea sobre pilotes en la isla de Chiloé
Guillermo Acuña está fascinado con la tipología de casa tradicional sobre pilotes que se encuentra en el sur de Chile. Su firma con sede en Santiago, Guillermo Acuña Arquitectos Asociados (GAAA), se ha centrado durante mucho tiempo en la creación de iteraciones contemporáneas de este género. ‘Expresa las posibilidades de los órdenes del reino vegetal y la construcción tradicional en madera y fibras, lo que manifiesta la impresionante geografía de Chile’, dice Acuña.
La última versión del estudio de este espíritu de diseño es Casa Detif, que lleva el nombre de su idílico sitio en el borde más oriental de la ciudad de Detif, isla de Chiloé, en la región sur de Los Lagos. A Chiloé, derivado de la palabra indígena mapuche chillwe, o ‘lugar de las gaviotas’, se accede más fácilmente por barco o avioneta. La isla mira al Océano Pacífico al oeste, y al Mar de Chiloé y la Cordillera de los Andes del sur en su horizonte oriental. La casa se asienta en un claro natural en medio de los bosques en un terreno inclinado, parte del paisaje diverso de colinas, bahías y estuarios del archipiélago de Chiloé. La topografía irregular permite vistas amplias e ininterrumpidas del mar, con frecuentes avistamientos de ballenas y delfines.
La casa sobre pilotes se encuentra en un claro natural en un terreno inclinado y ofrece vistas ininterrumpidas del mar, con frecuentes avistamientos de ballenas y delfines.
En este impactante contexto natural, la casa está apropiadamente envuelta en el follaje de los altos arrayanes chilenos. Su vegetación contrasta con las vigas de pino rojo pintadas que forman el marco exterior de la estructura. Una serie de vigas diagonales, ‘símbolo de la típica campanilla chilena’, protege la casa de la caída de ramas. Según los arquitectos, la estructura elevada ‘hace referencia a los palafitos de Chiloé’, las típicas casas de madera sobre pilotes de la isla, construidas por pescadores y agricultores locales para resistir las inundaciones y la erosión costera. Es bien sabido que estas casas tradicionales se transportan por la isla como parte de la costumbre de ‘la minga de tiradura de casas’, en la que los lugareños se unen para mover físicamente una casa (ya sea colocándola en un trineo tirado por bueyes, o en un balsa remolcada por un bote) a una nueva ubicación.
Sostenido por los pilotes hay un patio cubierto que envuelve el interior, organizado en torno a un patio central. La planta ‘baja’ incluye una sala de estar y cocina de planta abierta, mientras que el primer piso alberga los dormitorios y baños, con todo el mobiliario diseñado a medida y tapizado por el estudio. La disposición de los espacios interiores sigue las capas verticales de los árboles circundantes, con una iluminación cuidadosamente planificada para lograr un efecto dinámico. Los cimientos y la planta baja están alineados con la altura de los troncos de los árboles, donde el aire suele ser húmedo y la luz es más nítida durante el día; el primer piso corresponde al follaje cercano, que filtra la luz del sol y crea una atmósfera general más suave.
La sala de estar cuenta con grandes paredes de vidrio y vigas de pino a la vista.
Las capas y el tejido de los componentes de madera permiten que «la casa se convierta en un bosque», dice la arquitecta de la GAAA, Blanca Valdés. Este bosque dentro de un bosque, donde la luz salpica a través de vigas y ramas, se inspiró en parte en el taumatropo, un juguete óptico del siglo XIX que precedió a la invención de la película. El diseño habla de la fascinación de Acuña por ‘un trozo de paisaje, un rayo de luz atrapado, un reflejo insólito circunscrito a la dualidad interior-exterior, sombras rayadas que nos dejan ver entre los espacios de sus vanos’.
La construcción en este entorno bastante remoto fue uno de los desafíos del proyecto. «No hay caminos para llegar al sitio, así que usamos camiones lo más pequeños posible para traer materiales», explican los arquitectos. ‘En el sur de Chile, llueve mucho, por lo que también hubo una pequeña ventana de tiempo para construir’. Se utilizaron pequeñas secciones de madera de pino procedente de bosques cercanos para crear paneles modulares que facilitan el montaje in situ. Precortadas con máquinas CNC, las piezas estaban listas para ser ensambladas por los colaboradores habituales del estudio, una familia de tres carpinteros que seguían paso a paso el manual de construcción de GAAA.
El marco rojo inclinado está inspirado en la forma de la Lapageria rosea, o campanilla, la flor nacional de Chile.
GAAA recientemente unió fuerzas con la Fundación Reforestemos, una organización benéfica enfocada en la reforestación. ‘Con cada proyecto que construimos con madera, calcularemos cuántos árboles se usaron para el proyecto y, en el mismo sitio que la casa, planeamos plantar los mismos [number of] árboles autóctonos’, explica Valdés. Casa Detif destaca un modelo de diseño sostenible y sirve como un buen ejemplo de una arquitectura profundamente específica del sitio que se aleja de los métodos de construcción tradicionales. ⁇
La escalera llena de luz. Se utilizó madera de pino local para crear paneles modulares para un montaje más fácil en el sitio
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