¿Cómo afecta la luz del sol a tu cuerpo?
La exposición al sol puede ser buena para nosotros en cantidades moderadas. La luz solar es nuestra principal fuente de radiación ultravioleta, y la radiación ultravioleta ayuda a nuestro cuerpo a producir vitamina D. La vitamina D mantiene nuestros huesos, músculos y dientes sanos. La mayor parte de la vitamina D se produce a partir de la exposición de nuestra piel a la radiación ultravioleta.
Se cree que de 10 a 15 minutos de exposición a la luz solar deberían proporcionarle suficiente vitamina D y, al mismo tiempo, mantener bajo el riesgo de sufrir quemaduras solares.
Para las personas con piel más oscura, entre 25 y 40 minutos debería ser seguro. Pero independientemente de cuánto tiempo pases al sol, es importante usar crema solar.
Es posible que haya leído algunos mitos sobre la crema solar, incluido el de que produce deficiencia de vitamina D, pero hay poca evidencia de que así sea.
Demasiada exposición al sol puede aumentar el riesgo de cáncer, además de dañar la piel y los ojos. La cantidad de radiación UV a la que estás expuesto variará dependiendo de factores como:
- Hora del día: los rayos ultravioleta son más fuertes entre las 10 a. m. y las 4 p. m.
- Época del año: la radiación ultravioleta es mayor durante el verano.
- altitud (altura sobre el nivel del mar): a mayor altitud, estás expuesto a más radiación ultravioleta
- cobertura de nubes: las nubes densas pueden reducir la cantidad de radiación ultravioleta que llega al suelo
- Reflexión: la arena, la nieve y el agua reflejan la luz solar, lo que puede aumentar su exposición.
¿Cuándo debo evitar la exposición al sol?
Los efectos del sol varían de persona a persona, pero cualquiera puede quemarse. Su riesgo de sufrir quemaduras depende de qué tan sensible sea su piel y de la intensidad de la radiación ultravioleta ese día. El índice UV es una forma útil de saber qué tan fuertes son los rayos UV de ese día. Cuanto mayor sea el número índice, mayor será el riesgo de sufrir quemaduras solares.
Algunas personas deben tener especial cuidado al exponerse al sol porque el riesgo de sufrir quemaduras solares es mayor. Estos incluyen personas con:
- piel blanca
- muchos lunares o pecas
- cabello u ojos de color claro
- antecedentes de quemaduras solares o antecedentes familiares de cáncer de piel
La sensibilidad de su piel a la luz solar está relacionada con la cantidad de melanina en su piel. Este es un pigmento que la piel produce en respuesta a la exposición al sol y es lo que broncea a algunas personas.
¿Cuáles son los efectos a corto plazo de la exposición al sol?
Estar al sol durante períodos cortos de tiempo puede ser bueno para tus niveles de vitamina D. Pero pasar demasiado tiempo al sol sin protegerse puede provocar algunos efectos secundarios no deseados.
Uno de los principales efectos a corto plazo de la exposición al sol son las quemaduras solares. Esto es cuando la piel se enrojece después de estar al sol y puede ampollarse o pelarse. Las quemaduras solares son una forma de daño a la piel. Incluso si te bronceas, el aumento de melanina también es un signo de daño en la piel. Aunque los efectos de las quemaduras solares pueden ser de corta duración, un historial de quemaduras solares aumenta el riesgo de cáncer de piel.
La exposición a los reflejos ultravioleta de la nieve, el hielo, la arena o el agua también puede dañar los ojos. Esto causa una condición llamada fotoqueratitis. A veces se le llama “ceguera de la nieve” porque a menudo afecta a personas que se encuentran a gran altura, que están expuestas a los reflejos de la radiación ultravioleta de la nieve. La fotoqueratitis puede causar párpados dolorosos e hinchados y visión borrosa. Los síntomas de la fotoqueratitis normalmente desaparecen en un par de días.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo de la exposición al sol?
Si bien los efectos a corto plazo de la exposición al sol pueden desaparecer en unos pocos días, hay que considerar los efectos a más largo plazo.
El principal efecto a largo plazo de la exposición al sol es el cáncer de piel. El daño solar es la causa de la mayoría de los cánceres de piel. Hay dos tipos principales de cáncer de piel que pueden ser causados por la exposición al sol:
- Cáncer de piel no melanoma: estos cánceres tienden a desarrollarse donde la piel ha estado expuesta al sol.
- Cáncer de piel tipo melanoma: estos cánceres comienzan en las células que producen melanina (melanocitos) y son menos comunes que los no melanomas.
La exposición al sol también puede provocar un envejecimiento prematuro, incluso muchos años después de una quemadura o bronceado. Esto significa que su piel se arruga y se vuelve correosa antes de lo normal. La exposición a la luz ultravioleta sin protección ocular también puede aumentar el riesgo de sufrir cataratas y algunos cánceres oculares.
¿Cómo puedo mantenerme saludable bajo el sol?
Hay muchas medidas que puede tomar para mantenerse seguro bajo el sol. Estos incluyen principalmente limitar su exposición o protegerse contra los rayos UV, especialmente si el índice UV es 3 o superior. En el Reino Unido, esto suele ocurrir entre mediados de marzo y mediados de octubre. A continuación se ofrecen algunos consejos para limitar el daño solar.
- Utilice protector solar. Intente utilizar protector solar con al menos SPF 30 y vuelva a aplicarlo durante el día. Especialmente si has estado nadando: no todos los protectores solares son resistentes al agua.
- Buscar la sombra. El protector solar no puede brindar protección total contra el sol, así que trate de permanecer en la sombra siempre que pueda.
- Encubrir. Cuanta menos piel esté expuesta al sol, menos probabilidades habrá de quemarse.
- Proteja sus ojos: use gafas de sol que brinden protección UV.
- Evite el sol del mediodía, ya que es cuando el sol es más fuerte.