Como alguien que cuida a un padre con demencia, sé de primera mano lo abrumador que puede resultar. Mi papel como cuidador pareció suceder de la noche a la mañana y, a menudo, me cuesta manejarlo todo.
Pero estoy aprendiendo que el cuidado personal y pedir ayuda son vitales. Quiero compartir algunos consejos que estoy usando para afrontar cada día, con la esperanza de que brinden consuelo a otros cuidadores que recorren este difícil camino.
Primero, tómate descansos cuando puedas. Solía sentirme culpable por cualquier tiempo libre. Ahora me doy cuenta de que los breves descansos me mantienen activo. Un paseo al aire libre, charlar con un amigo, leer tranquilamente… incluso los pequeños respiros mejoran mi salud mental para poder cuidar mejor a mamá.
A continuación, cree una red de apoyo. Mis hermanas rotan las visitas para darme tiempo libre. Los vecinos ayudan con el trabajo del jardín. Y un grupo de apoyo me conecta con otras personas que están pasando por lo mismo. Es reconfortante no sentirse tan solo.
Además, ajuste la comunicación según sea necesario. A veces mamá confunde palabras, así que reformulo las oraciones con delicadeza para ayudarla a comprender. Pero me aseguro de que todavía compartamos risas juntos. Nuestro vínculo es lo más importante.
Finalmente, reconoce tus límites. No puedo hacerlo todo perfectamente, por mucho que quisiera para mamá. En los días malos, recuerdo esta cita: “No se puede servir de un vaso vacío”. El cuidado personal me convierte en un mejor cuidador.
Cuidar a un ser querido con demencia plantea a veces desafíos enormes. Pero los pequeños rituales de cuidado personal, pedir ayuda, ajustar las expectativas y centrarme en la conexión por encima de las tareas me mantienen activo cada día. Mi corazón está con ustedes, compañeros cuidadores.
Consejos para ser cuidador de personas con demencia
Encontré este útil video de TikTok en Reddit que ofrece algunos consejos prácticos para ser cuidador de personas con demencia. Lo encontré increíblemente revelador y pensé que podría ser beneficioso compartirlo aquí para otras personas que enfrentan desafíos similares. Mire el vídeo a continuación para obtener algunos consejos valiosos.
Consejos de cuidado diario para cuidadores de personas con demencia
Como cuidadora, mi prioridad es preservar la dignidad de mi madre y al mismo tiempo mantenerla segura. He aprendido algunas cosas en el camino.
Centrarse en la rutina ayuda a reducir la confusión: nos atenemos a horarios regulares para despertarnos, comer, bañarnos y acostarnos. Guío suavemente a mamá a través de cada tarea, diciéndole paso a paso lo que sigue. Permitirle hacer lo que pueda por sí misma mantiene un sentido de independencia.
Ayudo a mantener a mamá organizada con listas escritas y un calendario de eventos. Para los medicamentos, instalamos un organizador de pastillas.
Para vestirme, elijo ropa suave y con cintura elástica que sea más fácil de manejar. Y la instalación de una silla de ducha ayuda a que el baño sea más seguro.
La hora de comer es mejor cuando comemos en el mismo lugar familiar todos los días. Dejo más tiempo y paciencia para comer. Incluso compartir risas significa mucho.
Si bien los días de cuidar a un padre con demencia pueden ser desafiantes, pequeños ajustes para promover la comodidad, la dignidad y la seguridad han ayudado a mejorar nuestra calidad de vida. Espero que estos consejos de primera mano puedan ayudar a otros cuidadores a afrontar el cuidado diario con compasión. Todos estamos haciendo lo mejor que podemos en circunstancias difíciles.
Consejos para comunicarse con sus seres queridos con demencia
Conectarme con mamá a medida que sus habilidades verbales disminuyen puede ser frustrante, pero estoy aprendiendo a adaptarme y encontrarme con ella donde está.
Encuentro que hablar con gentileza, escuchar atentamente y mostrar comprensión calma la agitación. Permito que mamá mantenga el control sobre sus decisiones diarias cuando sea posible.
Brindar tranquilidad a través del afecto físico demuestra que me importa, incluso cuando es difícil encontrar las palabras adecuadas. Apreciamos mirar juntos viejas fotos familiares.
Evito preguntarle a mamá sobre lo que recuerda. En cambio, le recuerdo suavemente quién soy y la reoriento hacia el momento presente. Centrarse en los sentimientos entre nosotros es lo más importante.
Cuando el habla se vuelve difícil, “charlamos” mirando recuerdos que nos provocan alegría. Y preparo momentos de tranquilidad cuando mamá necesita retirarse hacia adentro.
Adaptar mi forma de comunicarme reconforta a mamá y fortalece nuestro vínculo cuando la demencia confunde el lenguaje. Encontrarla a su nivel, con compasión, la hace sentir amada.
Como cuidador, centrarme en la conexión emocional me ayuda a superar la frustración cuando fallan las palabras. Pequeños actos de comprensión lo significan todo. Mi esperanza es que estos consejos ayuden a otras familias a superar los desafíos que trae la demencia.
Consejos de fitness y nutrición para cuidadores de personas con demencia
Tener a un ser querido diagnosticado con demencia me ha llevado a un viaje inesperado como su cuidador. Mantener rutinas saludables no siempre es fácil a medida que avanza la enfermedad, pero estoy aprendiendo que pequeños ajustes pueden marcar una diferencia en nuestra calidad de vida. Aquí hay algunos consejos de primera mano que he aprendido:
Centrarse en las capacidades, no en las limitaciones, abre posibilidades de actividad. Divido las tareas en pasos simples para que mamá pueda participar en la cocina o la jardinería. Hacer ejercicio juntos es más motivador que pasar tiempo a solas en el gimnasio. Una caminata y una charla diaria nos levantan el ánimo a ambos.
Creo que los “mini-entrenamientos” cortos de 5 a 10 minutos son más factibles a medida que disminuye la resistencia de mamá. Agregar música mejora su estado de ánimo y hace que el movimiento sea más divertido. ¡Los descansos para bailar alegran nuestro día!
Los horarios de las comidas también requieren ajustes. Tengo artículos saludables para llevar para los días ocupados y le ofrezco a mamá opciones simples en lugar de preguntas abiertas sobre comida. Probamos nuevas recetas juntos.
Cuidar a un ser querido con demencia plantea desafíos, pero pequeños ajustes en la rutina nos ayudan a afrontar cada día con significado y alegría. Mi esperanza es que compartir lo que estoy aprendiendo ayude a otras familias a recorrer un camino similar. Este camino es difícil, pero no estamos solos.
Consejos de seguridad en el hogar para el cuidado de la demencia
A medida que avanzaba la demencia de mi madre, mantenerla segura en casa se convirtió en una preocupación cada vez mayor. Después de algunas situaciones cercanas, me di cuenta de que era necesario realizar ajustes para reducir los riesgos y peligros de caídas. Aquí hay algunos consejos de primera mano que nos ayudaron:
Instalar pasamanos en las escaleras fue el primer paso. También puse cinta adhesiva de colores brillantes en los bordes de los escalones para hacerlos más visibles. Asegurar las alfombras sueltas y eliminar el desorden de los pasillos ha reducido el riesgo de tropiezo.
Agregué pestillos de seguridad a los gabinetes de la cocina y tapas de enchufes a los enchufes no utilizados. Era esencial guardar los productos de limpieza y otros artículos peligrosos fuera del alcance.
Para ayudar a los cambios de visión de mamá, aumenté la iluminación en toda la casa y eliminé alfombras y cortinas estampadas que podrían causar confusión.
Adaptar nuestro hogar para brindar seguridad y accesibilidad me ha dado tranquilidad y al mismo tiempo le ha permitido a mamá mantener su independencia. Al principio fue un ajuste, pero las modificaciones en el hogar se han convertido en nuestra “nueva normalidad”.
Espero que estos consejos prácticos puedan ayudar a otros cuidadores a proteger a sus seres queridos. No dude en tomar medidas de seguridad proactivas. Los pequeños actos de atención que brindamos hoy pueden brindarles a las personas con demencia una mejor calidad de vida.
Guía de supervivencia de autocuidado para cuidadores de personas con demencia
Aprender a priorizar mi propio autocuidado ha sido fundamental. Aquí hay algunos consejos que me gustaría compartir con otros cuidadores:
Al principio fue difícil pedir ayuda, pero aprendí a apoyarme en familiares, amigos y servicios de apoyo locales. No soy sobrehumano; compartir la carga de cuidados es vital. Unirme a un grupo de cuidadores en persona también me ha salvado la vida y me ha ayudado a sentirme menos sola.
Dedicar tiempo a pequeños rituales de cuidado personal me recarga las pilas. Ya sea tomando un baño relajante, saliendo a caminar con un amigo o leyendo mi libro favorito, estos pequeños descansos me sostienen. Comer alimentos nutritivos también aumenta mi resistencia.
Nunca me di cuenta de cuánto estrés estaba internalizando hasta que comencé a ver a un consejero. Tener un tercero objetivo que escuche y ofrezca estrategias de afrontamiento ha mejorado enormemente mi forma de pensar. Ella me inspiró a comenzar una práctica diaria de meditación que reduce mi ansiedad.
Cuidar a un ser querido con demencia es una tarea noble, pero no podemos servirlo de un vaso vacío. Priorizar mi propio bienestar me permite brindar una mejor atención. Mi esperanza es que al compartir lo que he aprendido, otros cuidadores recuerden que deben alimentarse. Nuestra salud también importa.
Planificar con anticipación mientras cuido la demencia: mis lecciones aprendidas
A medida que la salud de mi madre empeoraba, me di cuenta de la importancia de planificar el futuro, pero me parecía abrumador. Aquí hay algunos consejos de primera mano que aprendí durante el proceso:
Tener conversaciones abiertas con mamá al principio de su diagnóstico le permitió tomar decisiones mientras aún podía. Describir los permisos legales para que yo hablara con su médico también fue clave para coordinar la atención.
Investigar los centros de atención a largo plazo antes de que los necesitáramos desesperadamente eliminó algo de estrés en el futuro. Y la planificación previa del funeral me proporcionó consuelo.
Educarme sobre qué esperar en las diferentes etapas de la demencia me ayudó a tomar decisiones proactivas, no reactivas. El conocimiento es poder.
Si bien la planificación para el futuro plantea una dura realidad, hacerlo paso a paso permitió que mamá participara y nos dio a ambos más seguridad. Sé que el camino de cada familia es único, pero espero que estas ideas ayuden a otros a sentirse menos solos al recorrer el camino que les queda por delante. Somos más fuertes juntos.
Más recursos:
- ¿Cómo manejar a los pacientes con demencia?
- Una guía para brindar atención compasiva a los padres mayores
- Por qué el campo de la atención médica es esencial
- Mejora de la calidad de vida: opciones de atención para personas mayores